“El cuerpo dice lo que las palabras no pueden”.
Sí, por extraño que parezca, todos tenemos mucho que aprender, y el Gobierno puede sacarle jugo. Porque la imagen personal comunica. Ya que Tinder se basa, más allá del tema tecnológico, en primeras impresiones y en mensajes que, tanto el cuerpo, actitudes y atuendos, envían en un momento específico.
Como contexto, Tinder es la app geosocial que permite a usuarios comunicarse con otras personas, siempre y cuando las dos partes tengan interés en el otro. Su funcionamiento es muy simple: la app te presenta una sola imagen de una persona, y el usuario desliza su dedo sobre la pantalla a la derecha, para manifestar interés, o bien, a la izquierda para descartar a la persona presentada. Si las dos personas manifestaron interés mutuamente, entonces se pueden comunicar entre ellas. En términos prácticos, es sólo un instante y a través de una foto, el que tienen los usuarios de Tinder para contar una historia a quien los “recibe en pantalla” y generarles interés. Al final del día, la imagen personal comunica. Punto. Así de rápido, así de tajante.
¿Por qué es relevante esto para la Comunicación de Gobiernos, y en general para todas las personas?
Porque sólo tenemos una oportunidad para generar una primera impresión en los demás. Por duro que parezca, hacemos juicios de valor, en el tiempo que nos toma un parpadeo. Da igual si el juicio de valor es sobre una taza o una persona. ¿Es justo? Probablemente no. Las personas somos mucho más que la imagen de una foto. Sin embargo, así funciona nuestra mente.
Como Gobiernos y/o cabezas de organizaciones, esta situación toma otra escala. Con “la foto” que vea nuestra audiencia, en un momento determinado, generará un juicio de valor sobre nosotros, nuestro equipo y todo el contenido que estamos compartiendo, sin haberlo escuchado siquiera.
Bien dicen que, “una imagen vale más que mil palabras. Y sí, la imagen personal comunica.
Déjame darte un ejemplo concreto. El fin de semana en Twitter vi una imagen del Gobierno de la Ciudad de México, en lo que parece una conferencia de prensa alrededor del tema del desabasto (perdón falta de abasto) de la gasolina. A mí esa foto, me transmitió, vergüenza, vulnerabilidad y achicamiento, entre otras cosas, de los funcionarios. En el caso imaginario que esa foto nos hubiera aparecido en Tinder, la reacción hubiera sido “swipe to the left”. ¿Podrá cambiar la imagen la Ciudad de México en todos aquellos que vimos la foto? Únicamente si de forma consistente, y a lo largo del tiempo se ocupan por construir la comunicación a través de la imagen personal con la que se quieran posicionar.
En este caso específico, el tema no es que lo vea una persona. El problema es que probablemente esa foto la vieron miles de personas, inclusive millones. Fue un fin de semana de quedarse, en casa cuidando la gasolina. Y a nivel inconsciente, muchas personas probablemente percibieron lo mismo que yo.
Dicta tu propia historia y sé el dueño de la narrativa desde inicio. De otra forma, dedicas energía a editar la historia que, alguien mas generó consciente o inconscientemente.
Lecciones aprendidas para comunicar con la imagen personal:
- Necesitamos hacernos conscientes que la Imagen Personal en todo momento proyecta, y por tanto, comunica. Y también que ésta incluye de forma contundente, tanto al lenguaje corporal, como los mensajes que se mandan a través de ropa y colores.
- Tu equipo es la extensión de tu Imagen. Asegúrate de que todos estén en el mismo barco antes de salir como equipo “a cuadro”.
- La credibilidad se construye con la expresión facial, postura del cuerpo, tono de voz y contundencia en el mensaje verbal.
El cuerpo encuentra la forma de manifestar lo que pensamos y/o sentimos. Comunicación con imagen personal.
Esta nota fue publicada en Forbes el 16 de enero, 2019