Estamos a pocos días de celebrar el día del padre, y mucha gente entra en pánico por comprar un regalo (hace un mes el correcto, y para estas fechas, el que sea). No te engañes, el regalo SÍ importa, porque manda mensajes, como el de quién eres. Visualiza los regalos como un “flyers de tu marca” que dejas, y tu marca personal potencialmente se queda… o se va a la canasta para donar. ¡Capitaliza para tu Personal Brand!
Sin importar la cercanía con la persona, el querer regalar lo correcto estresa. Por un lado se espera que conozcamos los gustos e intereses de la persona, por el otro, hay gente a la que conocemos poco, o pareciera tenerlo todo. Sin embargo, un regalo sencillo, bien pensado, logra que la persona sea recordada de forma positiva, así que disfruta el proceso.
Un buen regalo, no sólo te saca del paso, sino que es una inversión que trabaja al aumentar “tus bonos” con la persona que lo recibe. En lo corporativo, es muy importante cuidar que el regalo esté claramente lejos de ser o parecer soborno. El valor está más lejos del costo, y más cerca a la intención.
Ya séeeeeee, es un reto el arte de regalar, y por ello te propongo que la siguiente vez, consideres:
1. Tomarte el tiempo para pensar qué regalar. Se vale aplicar el a “todos parejo”, y si vas a personalizar, escucha los detalles y entiende los intereses.
2. Hacer del regalar una oportunidad para hacer sentir especial a la persona. La gente se acuerda de cómo la hacemos sentir.
3. Simplificar y planificar las compras. Compra regalos potenciales cuando los veas, y guárdalos para la fecha especial.
4. Invierte en lo correcto. Es preferible algo “pequeño” de buena calidad, que la “gran” baratija.
5. Borrar de tu mente el “para salir del paso”, y acuña el “habla de mí”.
Y por último, considera que lo más valioso es el tiempo que puedes pasar con alguien, así que considera regalarlo. Tiempo es lo único que nadie puede comprar.