Debatir, fino arte de argumentar sin pelear.

La imagen personal influye en la percepción durante un debate. Foto: Hillaryclinton.com
La imagen personal influye en la percepción durante un debate. Foto: Hillaryclinton.com

Muchos de nosotros disfrutamos y esperamos los debates entre los candidatos a la Presidencia. Ya sean en nuestro país los debates, o de algún otro, pero que influya en el rumbo de nuestra nación. Podemos argumentar que es el contenido lo que nos interesa, pero muy en el fondo, muchos queremos ver las actitudes y las reacciones de los candidatos, frente a la presión de diferentes temas. Es finalmente esto, lo que humaniza a los candidatos, y nos acerca o repela a votar por ellos. Por otro lado, el manejo estratégico de la imagen personal de quien debate, es clave para influir en la percepción.

Dos ejemplos del buen manejo estratégico de la imagen personal, los tuvimos el día de ayer, en el 1er. debate entre los candidatos a la Presidencia de EEUU (hay muchos, pero son una historia por sí solos):

  1. Color. Hillary Clinton, se presentó vestida en rojo, color en principio agresivo. Al usar rojo de arriba a abajo, entre otras cosas, la presentó como una candidata visualmente más agresiva, sin necesidad de interrumpir, subir el volumen, o perder el estilo. El acuerdo para este debate fue utilizar los colores del partido político contrario, y la campaña Clinton lo aprovechó de arriba a abajo, en vez de utilizar sólo un elemento, como una mascada. El rojo también la ayudó a resaltar en un ambiente plagado de azul.
  2. Podium. Al separar lo suficiente los podiums entre sí, y que, el que Clinton utilizara fuera más pequeño (proporcional a su estatura), la campaña Clinton se aseguró que a mismo cuadro, los dos candidatos, se vieran del mismo tamaño, a pesar de que su oponente fuera físicamente más corpulento. Sin estos detalles Hillary se hubiera visto aplastada.

Todos estamos expuestos al debate, en mayor o menor medida, y pocas veces estamos conscientes.

Empecemos por entender que un debate es un arte que se puede aprender, y para el que se necesita practicar. Se trata de exponer una idea, defenderla, y contra-atacar una posición distinta.

Grandes especialistas de debates, como lo es Todd Graham, quien dice que, para ganar un debate, hay que argumentar, atacar, responder y tener presencia.

Aquí algunos puntos que puedes utilizar desde hoy:

  1. Ten claridad del tema de fondo a debatir, tu posición frente a ello, y mantente en el tema;
  2. Fundamenta con hechos y datos sólidos tu punto de vista, e idealmente describe una imagen o anécdota que ayuden a conceptualizar a quien escucha;
  3. Guía a través de la lógica y el razonamiento tu argumento, para construir una historia, que posteriormente sea más fácil de recordar;
  4. La defensa de tu argumento, debe ser la catapulta para salir a atacar. Mientras que la defensa ante un cuestionamiento, debe ser el inicio a tu posicionamiento para tu siguiente argumento;
  5. La presencia se logra con el control de la narrativa propia y del adversario, sin perder el estilo. Evita insultos y ataques personales, que sólo evidencian la falta de argumentos sólidos y la inhabilidad para debatir;
  6. Estudia MUCHO tus contenidos, así como al adversario;
  7. Practica, practica, practica.

Tener la última palabra, está lejos de significar ganar un debate.

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