Tanto la eficiencia, como la forma en que nos comunicamos con nuestros equipos dicen mucho sobre las habilidades y el liderazgo de una persona. Comunicar mucho, ni todo el tiempo, son sinónimos de buena comunicación, como tampoco tener comunicación por Whatsapp con tu equipo te acerca a ellos. Tengamos claro que, contamos con distintas plataformas tecnológicas, y distintos canales de comunicación. Cada uno de ellos, y en combinación funcionan bien para ciertos públicos, y con y sobre ciertos temas.
Para que un equipo funcione bien a cualquier nivel, necesita tener buena comunicación de-, con-, y para- su líder, entre otras cosas.
Las herramientas tecnológicas han “facilitado” la comunicación y acercado a las personas en muchos sentidos. Algunas de las plataformas tecnológicas que empezaron dentro de la vida personal de la gente, han encontrado su camino a la vida corporativa; es el caso de WhatsApp.
Muchos de nosotros utilizamos esta app para comunicarnos con familiares y amigos, inclusive tenemos grupos fijos, y otros por evento. Resulta curioso que de algunos grupos quisiéramos salirnos, y nos quedamos, por el potencial único mensaje que te interesaría, por ejemplo: una emergencia en tu edificio. Pero ya que hay muchos vecinos a los que les encanta la grilla de sillón, o tienen afición de reportar paso a paso el día, decides poner el chat en silencio… Por tanto, la posibilidad de que el día que haya una emergencia (sentido de quedarse en el grupo), te enteres tarde, es muy alta. Una poderosa herramienta de comunicación en tiempo real pierde toda su utilidad y sentido por falta de regulación y sentido común.
Pensaríamos, que el anterior, es un caso extremo, y que es completamente distinto en el trabajo. Pero la realidad es bastante similar, ya que el sentido común no aparece por el simple del cambio de interlocutores. Nunca falta el de las buenas vibras, el chiste, la noticia, el tráfico, la grilla, el chisme… en el chat por ejemplo… del equipo de marketing.
Desde la perspectiva de empresa, WhatsApp ayudó en su momento a bajar los costos de comunicación. Hoy, con el tiempo invertido en los chats en temas ajenos al grupo, valdría a pena re-cuantificar el potencial ahorro.
Los grupos de chat, particularmente los de trabajo, deben tener un sentido, y tener reglas claras de uso.
Vayamos al otro extremo del uso de la app en el trabajo. Sabemos que hoy en día el uso de la app para temas relacionados al trabajo, a todos los niveles de la organización, sin importar giro, tamaño o nacionalidad de la empresa, se ha extendido notablemente.
A tal grado que en muchos casos, se discuten pronósticos y estrategias de ventas, lanzamientos de producto, promociones o terminaciones laborales, detalles sobre nóminas, se comparten documentos para uso interno, entre muchos otros tópicos y contenidos. Se comparte tanta información confidencial, que a veces me pregunto si recordamos que todo lo que se escribe en Whatsapp, se puede retransmitir a un mail, compartir y distribuir con cuanto contacto quieras que tenga la app.
Antes de mandar el siguiente chat… pregúntate si es el contenido correcto y el canal de comunicación adecuado, para lograr tu objetivo. Al redactar, te sugiero “vivas con la consciencia”, de que todo lo que mandes por Whatsapp lo puedes leer a la mañana siguiente en primera plana”, y reconsideres si es el canal correcto para mandar tu mensaje.
El éxito de tu comunicación, determina en muchos sentidos tus posibilidades reales de crecimiento dentro de una organización.